Evolución de las salas de Cine en Casa

Como en tantos aspectos del día a día, la evolución tecnológica que los sistemas de info-entretenimiento han experimentado en las últimas décadas, ha tenido su reflejo, también, en las instalaciones denominadas como salas de “Cine en Casa”.

Tal como su nombre indica, los inicios del cine en casa estuvieron reservados para unos pocos privilegiados. Disponer de una piscina en casa, de una pista de tenis en casa, o incluso de una plaza de toros en casa, fueron, en su momento, una forma de pertenecer a la élite, distinguiéndose del pueblo llano, que debía acudir a espacios públicos para poder disfrutar de estos lujos. Quizás las plazas de toros han entrado en desuso, pero todavía nos produce un cierto sentimiento de privilegio y exclusividad disponer de una de estas instalaciones para nuestro uso privado.

Si la evolución económica, tecnológica y social ha facilitado que mucha gente (con algunos recursos y el terreno necesario), pueda hacerse su propia piscina o pista de padel en su parcela, en lo que respecta al “Cine en Casa”, la revolución digital de los últimos años ha hecho que, prácticamente cualquiera, pueda disponer de su propio “Cine en Casa” por muy poco dinero, y en cualquier espacio, por pequeño que este sea.

Evolución de las salas de Cine en Casa

Ahora bien, no nos engañemos. El abuso comercial que se ha hecho del termino “Cine en Casa” o su equivalente inglés “Home Cinema”, ha hecho que se denomine como tal a cosas que nada tienen que ver. De la misma manera que no podremos reproducir la experiencia de nadar en una piscina, dentro de una bañera, será muy complicado revivir las sensaciones de un cine con una tele de 50 pulgadas y una barra de sonido.

Para recrear en nuestro hogar, de manera convincente, la experiencia de ver una película en una sala de cine comercial, habremos de tener presentes tres aspectos cruciales:

  1. Imagen. El tamaño de la imagen, deberá ser tal, que llene la mayor parte posible de nuestro campo visual, evitando distracciones que nos impidan “meternos” de lleno en la escena que estamos viendo.
  2.  Sonido. El sonido de las salas de cine es el encargado de “engañar” a nuestros sentidos. Un sonido envolvente bien calibrado hará que pasemos de meros espectadores de una película a vivir las sensaciones de sus protagonistas.
  3. Ambiente. Las condiciones ambientales y decorativas de las salas comerciales de cine están perfectamente diseñadas para evitar distracciones y centrar todos nuestros sentidos en la imagen y el sonido de la película. Esta es, quizás, la parte mas difícil de reproducir en nuestro hogar.

Tomando estos tres aspectos como guía, podemos estudiar la evolución de las instalaciones de Cine en Casa de nuestros hogares en los últimos años, marcada, como no, por el desarrollo y popularización de la tecnología digital.

La imagen

A pesar de que mucha gente asocie, erróneamente, el término de “Home Cinema” a los equipos reproductores de sonido Surround, con sus altavoces, es en realidad la tecnología de la imagen, la que mayor salto evolutivo ha experimentado en los últimos años, haciendo realidad el sueño de muchos de nosotros, de poder disponer de nuestra propia sala de cine en casa.

La evolución de los Video Proyectores domésticos ha sido espectacular, por muchos factores, incluida, por supuesto, la propia evolución de la tecnología de video digital. Veamos por que:

  • Resolución. La famosa resolución de 625 lineas, que ofrecían las antiguas señales analógicas de video, limitaban, en sus inicios, el tamaño de las pantallas utilizadas con los primeros video proyectores. Si el salto a la Alta definición supuso un gran avance en la calidad de las imágenes de televisión, imaginemos la diferencia entre aquellos primeros proyectores de 625 lineas y los actuales de resolución 4K. No es solamente la calidad de imagen, sino la posibilidad de poder disfrutar de casi cualquier tamaño de pantalla en nuestra sala, sin comprometer dicha calidad de imagen.
  • Formato. El formato de televisión estándar actual (16:9) es mucho mas similar al formato de los cines (2:39), que el antiguo 4:3, por lo que las pantallas actuales, con remarco en formato 16:9 aprovechan mucho mejor el espacio de las pantallas en las proyecciones de “Cinemascope”.
  • Fuentes de luz. Con independencia de los proyectores de Led o Lasser, la tecnología de las lámparas de proyección ha evolucionado de forma decisiva, posibilitando mayores valores de luminosidad con lámparas de menor consumo. Esto ha supuesto el abaratamiento de los proyectores y de las lámparas de repuesto, el alargamiento de la vida de éstas, la reducción del tamaño de los equipos, y muy importante también, del nivel de ruido de los ventiladores necesarios para disipar el calor de los mismos.
  • Tecnología Digital. La sencillez de uso y conectividad que nos brinda la tecnología digital ha hecho que nos olvidemos pronto del pasado, pero hasta no hace mucho, la instalación de un proyector suponía llevar hasta él un “mazacote” de cables imprescindibles: corriente, video compuesto, Super VHS, Video componentes e incluso algún HDMI, para poder visualizar la gran cantidad de formatos analógicos de nuestras fuentes de video.

El sonido

El sonido de nuestros cines en casa, también ha sufrido una fuerte evolución tecnológica en los últimos años, gracias al desarrollo de las técnicas digitales, aunque quizá, sus resultados hayan sido mas discretos que en el caso de la imagen.

En este sentido, la tendencia para las salas de cine en casa ha sido, desde hace ya algunos años, a desarrollar sistemas de sonido surround con, cada vez, mayor número de canales (y por lo tanto altavoces) alrededor del espectador, buscando maximizar el efecto envolvente del sonido de nuestras salas. Procesadores de audio con siete, nueve u once canales son algo habitual en la salas de Cine en Casa domésticas.

Sin embargo, lo de “el burro grande, ande o no ande”, no siempre es la mejor solución. Hay que tener muy en cuenta las condiciones acústicas y el tamaño de nuestra sala. De hecho, en un muy alto número de instalaciones, el formato 5.1 de toda la vida, con 5 canales y un subwoofer, es más que suficiente y adecuado para tener un perfecto sonido envolvente.

Capítulo aparte merece el famoso “Dolby Atmos”, y en menor medida el DTS:X y Auro 3D, que últimamente aparecen presentes en casi todos los modelos de receptores A/V del mercado. La idea de disponer de canales de audio en el techo de nuestra sala, posibilita que el sonido viaje no solo a nuestro alrededor en un plano horizontal, si no también por encima de nuestras cabezas, creando un campo auditivo completo. Basta imaginar el efecto acústico que podemos conseguir, por ejemplo, en una escena donde un avión o helicóptero sobrevuele la imagen, para darnos cuenta de las posibilidades del sistema.

Eso sí, los mejores efectos los conseguiremos con sonido directo desde altavoces ubicados en el techo. Si esto no es posible o recomendable por estética, siempre podremos añadir altavoces Atmos de sonido reflejado, que, orientados hacia el techo, permiten reproducir estos canales, cuyas ondas llegan al espectador “rebotadas”.

El ambiente

Decíamos al principio que, quizás, conseguir unas condiciones ambientales adecuadas para disfrutar de una buena sesión de cine, sea la parte mas difícil de nuestra instalación doméstica. Esto es así, siempre que decidamos implementar nuestro sistema de Cine en Casa en el salón o en una sala de estar de nuestro hogar. Lógicamente, poca gente está dispuesta a decorar el salón de su casa como una sala de cine.

Sin embargo, también en este aspecto existe una tendencia al cambio. Cada vez más gente decide convertir una de las habitaciones de su casa en una sala “exclusiva” de Cine. Puede ser el gimnasio (que lamentablemente ya no usamos) o el cuarto de la niña (que ya se casó y tiene dos hijos).

Sea como sea, utilizar esa habitación que ya no usamos, como sala de cine, tiene innegables ventajas:

  • Los equipos pueden estar a la vista, sin necesidad de caros mecanismos de ocultación como elevadores para proyector o pantallas encastradas en falso techo, que suelen ser recomendables en los salones, por razones estéticas.
  • El tamaño o el número de altavoces que requiera nuestra instalación dejan de ser un problema cuando la sala esta dedicada exclusivamente para ese fin.
  • Podemos (y debemos) decorar nuestra sala de cine en tonos de color que eviten reflejos indeseados y con materiales adecuados que mejoren el rendimiento sonoro de nuestros equipos.
  • Todo en la sala, desde el tipo de iluminación hasta la disposición de los asientos estará dispuesto para que nuestros sentidos se centren, única y exclusivamente, en lo que está sucediendo en la pantalla de nuestra sala de cine.

En realidad, todo esto es sencillo de realizar en cualquier habitación, sea cual sea su tamaño y disposición, con algunos conocimientos y la experiencia necesaria. En Burgo Sat llevamos años realizando este tipo de instalaciones y tenemos muchos casos de éxito, llave en mano, por lo que podremos aconsejarle y ejecutar la mejor solución para su propia sala de Cine en Casa.

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